La Vida de Kira y Cosas de Gatos

11 de diciembre de 2015

Cómo evitar que tu gato te arañe los muebles


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¿Tu gato araña tus muebles?, ¿acaba con tu paciencia?, ¿ya no sabes qué hacer? Estos tres consejos te ayudarán a evitarlo.
Durante el rascado se produce un marcaje del lugar elegido por nuestro gato. Por tanto es un rascado de carácter territorial. En ese momento sus garras liberan unas sustancias llamadas feromonas no perceptibles para el ser humano, pero sí para él y sus congéneres. Podemos evitarlo, o reconducirlo con estos simples consejos.
  1. Disuadirlo: podemos intentar disuadir a nuestro gato de su idea de marcar nuestro mueble favorito. En primer lugar, debemos conseguir que las áreas que quiere arañar o rascar resulten menos atractivas.
    Las esquinas tapizadas de sofás y sillas son un imán irresistible, pero podemos conseguir que no sea así.
    Existen productos como aerosoles análogos sintéticos de la feromona felina que harán innecesario por parte del gato el marcaje de ese sitio en particular. Hay diversas presentaciones, pero podemos utilizarlo como aerosol sobre la zona marcada, sin que deje huella u olor para nosotros. Otros sistemas disuasorios pueden ser el rociado con un spray repelente, o simplemente pegar un plástico o una cinta adhesiva de doble cara a la superficie que queramos proteger. Las patas de los gatos son extremadamente sensibles al tacto, después de haber evolucionado para detectar hasta las más leves vibraciones. Dicha sensibilidad hace que las superficies “pegajosos” resulten excepcionalmente molestas, y el gato evitará rascar cualquier lugar tan poco atractivo.

  1. El rascador adecuado: encontrando el rascador de sus sueños, podemos desplazar su anterior “objeto de deseo”. Existen multitud de modelos en el mercado, incluso combinando diferentes materiales y texturas, y de varias alturas. Debe proporcionar al gato un sitio con la estabilidad y fuerza suficientes para efectuar el rascado. Los gatos también efectúan el rascado para desprenderse de las capas exteriores de sus uñas y estirarse, con lo que el rascador ha de soportar la tracción que el gato realiza para ello. Aquellos que poseen partes forradas de cuerdas son muy resistentes y los gatos gustan de este material.
    Es muy importante su emplazamiento, es decir, debemos colocarlo en un lugar aceptado por nuestro gato o que le guste especialmente. En hogares con varios gatos es recomendable colocar más de un rascador.
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  1. El arreglo de las uñas: es conveniente acostumbrar a nuestro gato, ya desde pequeño, al recorte y arreglo de uñas. De esta manera evitaremos mayores “estropicios”. Además si con la misma tijera, que ha de ser específica para el corte de uñas de gatos, eliminamos las capas externas, muy fáciles de desprender, nuestro minino sentirá una menor necesidad de deshacerse de ellas.

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